Diademas

Buenos días!

Hoy quiero mostraros dos ideas de diadema que se me ocurrieron para navidades, ya que no hacía más que pasar por delante de escaparates con maniquíes que las llevaban, y en las revistas aparecían como el complemento de las fiestas.

A mí siempre me han gustado como complemento para ocasiones especiales, pero bien es cierto que cuando me las pongo, sufro una regresión a mi más tierna infancia, y en vez de la edad que tengo, aparento 5 años o menos...

Así que guiada un poco por los estilos que veo en las celebrities cuando acuden a algún evento de alfombra roja y vestido de fiesta, me animé a buscar algo que me sentase bien y no me hiciese parecer recién salida de una fiesta infantil. Y aquí está el resultado!

La primera de ellas la llevé en Navidad. Está hecha con una tira de pasamanería de hilo plateado y la utilicé como complemento de un vestido negro con la falda ajustada con pequeños volantes blancos. 

La segunda fue mi elección para Nochevieja. Quería llevarla con el pelo recogido, pero debido a mi paso por la peluquería algunos días antes, mi pelo no daba para tanto, así que al final se quedó en melena al viento. Para esa noche opté por unos pantalones negros que combiné con un top de lentejuelas color champán, así que el toque discreto de la diadema iba a la perfección. 

Para la próxima espero tener fotos de los conjuntos completos. Espero que os gusten! 

¡¡¡¡¡Feliz Año, y felices Reyes!!!!!

Hola a todos de nuevo!!

He vuelto a escribir después de un par de meses sin actualizar nada, yo decía que era por falta de tiempo (un poco sí) porque no he parado con el máster que estoy haciendo, pero también era por falta de inspiración....

Durante las Navidades he podido pasar más tiempo pensando en nuevas ideas, las fiestas me han dado un aire nuevo, aunque también ha ayudado que al salir a la calle se vea a tanta gente con sombreros, diademas, turbantes o cintas de lana que tan calentitas resultan, y tan monas! Así que movida por todo el entusiasmo con el que la gente ha empezado a incluir estos accesorios en su rutina, y porque uno de mis propósitos de Año Nuevo que voy a cumplir sí o sí, con la cabezonería que me caracteriza, es dedicarle muchísimo más tiempo al blog, he decidido empezar hoy a escribir de nuevo, y volver a darle vidilla a algo que nació de la ilusión y la locura máxima que siento por los tocados y los sombreros.

Aparte de eso, durante las vacaciones he cogido el lápiz y y me he dedicado a diseñar cosas sobre el papel, básicamente porque no me caben más tocados en casa.. y así puedo planificarme mejor a la hora de elegir los materiales, ya que a veces, al no tener nada pensado, modifico el diseño sobre la marcha, y es un desastre!

Otra de las razones por las que me he lanzado a escribir justo hoy, día de Reyes, es porque parte de la culpa de que la chispa motivadora haya vuelto a mí, es que mi Melchor particular, me ha dejado un regalito precioso que me tiene entusiasmada!! Y como muchos ya intuiréis, se trata de un sombrero!! :D

Yo nada más verlo, no he podido pensar en otra persona que no fuese Lady Mary Crawley, de la serie Downton Abbey. Es como salido directamente de la Inglaterra de esa época! Para los que no la hayáis visto nunca, os la recomiendo encarecidamente, el vestuario es espectacular!

Aquí os dejo unas fotos del mío para que lo veáis.

Es de bdba, y tienen otros monísimos! Yo estoy emocionada con él, como una niña pequeña!! La pluma viene con un imperdible, para quitarla y ponerla, pero yo la voy a dejar permanentemente, porque lo hace más especial y original.

En el próximo post os enseñaré un par de diademas para fiesta que me hice para Navidad y Nochevieja, a ver qué os parecen.

Hasta la próxima! Y disfrutad de los regalitos que os hayan dejado los Reyes Magos!

De vuelta de Málaga con pamela y tocado nuevos!

Bueno ya de vuelta a la semana, y a la rutina!

Digo de vuelta porque este fin de semana tuve la suerte de poder ir a Málaga a hacer una escapadita, y a desconectar un poco de Madrid. Y he descubierto una ciudad muy bonita llena de vida y alegría por todos los rincones. Gente acogedora que te hace sentir como en casa, y así debe pensar todo el que va allí de visita, porque no había esquina en la que no hubiese alguien disfrutando del ambiente, la gastronomía y el buen tiempo, o abarrotando los sitios de interés turístico.

Yo me he dado una paliza estupenda a caminar, pero sin duda ha merecido la pena, y sobretodo cuando ves todo Málaga a tus pies al llegar a la cima de Gibralfaro, paseas entre los jardines de la Alcazaba, disfrutas de la brisa del mar (y la temperatura más propia de verano que de Octubre) por la playa de la Malagueta, o disfrutas de una buena copa de vino al anochecer sentada en una terraza frente a la Alcazaba y el teatro romano iluminados (aunque en un abrir y cerrar de ojos caiga una tromba de agua tremenda).

El caso es que he venido con las pilas hasta arriba! Y es que la semana pasada tuve toda mi atención centrada en dos encargos que me hicieron muchísima ilusión: La pamela de Carla y el tocado años 20 de Lara. Fue todo un reto, pero al final salió todo a la perfección, y las dos estaban guapísimas con sus modelos. Si no, juzgad vosotros!

La pamela de Carla era de Sinamay negro, decorada con hortensias en tonos tostados y pomos de flores  moradas que iban perfectamente con el vestido rojo que escogió para esta boda otoñal. Estaba elegantísima!

El tocado de Lara era un casquete años 20 en terciopelo negro con plumas tostadas y velo en red negro, muy apropiado para el vestido que llevaba, y que además resaltaba muy bien sobre su melena ondulada rubia.

Buscando ideas para este último tocado, he absorbido muchísima inspiración que me muero por poder plasmar en los próximos encargos. 

Y además, como ya viene la temporada de frío, lluvia, y sacar los sombreros invernales, creo que voy a empezar a jugar un poco con cositas para el día a día! Ya os iré contando...

El estilo de los años 20, y visita al Rastro!

Ni que decir tiene que los años 20 son la etapa dorada de los sombreros y los tocados. Raro era ver a alguna mujer, ya fueran de alta sociedad o clase baja sin un sombrero en su cabeza. La moda de aquella época era un tanto andrógina, con las curvas femeninas escondidas entre las líneas rectas de los vestidos camiseros y los cortes de pelo estilo "garçon" a la orden del día, pero aún así, no se podían resistir a plantarse los complementos más femeninos que pudiesen existir.

Collares de perlas de mil vueltas, plumas, sombreros tipo cloche, turbantes brillantes, canotiers, flecos, flores, y todo tipo de adornos, suavizaban ese look que reivindicaba comodidad, sin perder la feminidad. Contrastes que aún hoy triunfan, y que yo adoro.

A mí esta época me tiene enamorada. No puedo resistirme a mirar todo lo que perteneció a esos años, y perderme entre toneladas de ropa y maletas antiguas durante horas, rebuscando para encontrar pequeños tesorillos.

Como bien aconsejé en otro post, fui al rastro el domingo pasado, a asaltar una pequeña tiendecita que descubrí la primera vez que estuve allí, y a rebuscar entre todo el lío de vestidos plagados de paillettes, sombreros, bolsos, zapatos, monederos y guantes. Me encantó, y estuve emocionada durante al menos media hora, con una amiga, abriendo sombrereras con una capa de polvo de años y cotilleando entre su contenido. La verdad es que había muchísimas cosas interesantes, aunque pocas que mereciesen la pena, pero aún así no pude resistirme a sacar fotos de alguna de esas maravillas, que mi amiga Florencia se probó pacientemente, y que no hacían mas que transportarme a una casa lujosa, en la que se estaba celebrando una fiesta de las de traje de noche y peinado impecable. Que pena no haber vivido aquella época!!

 Pero bueno, a pesar de que no me llevé ninguno a casa, salí como un niño de una tienda de caramelos, con una sonrisa de oreja a oreja, y toneladas de nuevas ideas en mi cabecita para desplegarlas en cuanto tenga un momento!

Qué ganas de ver qué sale de ahí!! :)