La inspiración vino de los pendientes que lució su madre en su boda, y que ahora iba a llevar ella. Unos preciosos pendientes de perla con una hoja de parra en color oro.
No quería nada demasiado llamativo, por eso y gracias a que Alejandra tenía las ideas muy claras sobre lo que le gustaba y lo que no, al final optó por una sencilla peineta de hojas de parra doradas que irían colocadas sobre la mantilla que utilizó su suegra el día de su boda. Os dejo unas fotos preciosas para que disfrutéis del resultado. Os aseguro que aunque no la veáis de frente, estaba espectacular!